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DIVIÉRTETE: DÍA MUNDIAL DEL OVNI
Objetos voladores no identificados: Vacaciones en tránsito (interestelar)
Tomémonos un momento para pensar en las grandes fiestas del mundo: Navidad, Acción de Gracias, Día Mundial del OVNI. Sí, han leído bien. En una galaxia no tan lejana, en un planeta muy cercano, existe un día (o mejor dicho, dos días) dedicado a esos misteriosos destellos en el cielo que han cautivado a los humanos desde que el primer hombre de las cavernas miró hacia arriba y pensó: "Bueno, eso no es un pájaro."
El Día Mundial del OVNI es una celebración dedicada a la hipótesis de que la verdad está ahí fuera. Pero al más puro estilo OVNI, ni siquiera esta festividad se adhiere a nuestras convenciones terrenales del tiempo. A diferencia de una fiesta común y corriente, el Día Mundial del OVNI se celebra el 24 de junio.th y el 2 de juliond. ¿Por qué? Porque cuando se trata de extraterrestres, ¿por qué limitarse a un día cuando se puede desconcertar a la gente a lo largo de dos?
24 de junio: El día que Kenneth Arnold no vio pájaros
Nuestra primera fecha, el 24 de junio, es en honor a un fatídico día de 1947 en el que un piloto llamado Kenneth Arnold vio algo peculiar sobre el monte Rainier. Arnold no era el típico soñador de ojos estrellados; era un respetable hombre de negocios y piloto, el tipo de persona que, cuando decía que había visto una cadena de nueve objetos a gran velocidad zumbando como platillos que saltan sobre el agua, más o menos le creías.
El avistamiento de Arnold provocó una oleada de fascinación pública y el término "platillo volante" despegó más rápido que, bueno, un platillo volante. Así que, naturalmente, lo lógico era celebrar ese día como el Día Mundial del OVNI. Porque nada dice "Puede que haya visto una nave espacialcomo reservar un día entero para observar y volver a observar el cielo".Expediente X.”
2 de julio: El mayor éxito de Roswell
Para no quedarse atrás, el 2 de julio también exigió un trozo del pastel intergaláctico. Esta fecha conmemora el infame Incidente de Roswell de 1947, cuando algo (inserte aquí su teoría conspirativa favorita) se estrelló en Nuevo México. Según a quién se pregunte, se trataba de un globo meteorológico, de un experimento militar ultrasecreto o de hombrecillos verdes con predilección por los paisajes desérticos.
Roswell se convirtió en sinónimo de la leyenda OVNI, generando películas, programas de televisión y una industria turística de otro mundo. El 2 de julio se eligió para celebrar este acontecimiento crucial, asegurando que el tema permanezca vivo en la conciencia colectiva de aquellos que juran que el gobierno sabe más de lo que dice (que, seamos sinceros, es una apuesta bastante segura independientemente del tema).
Dos días son mejor que uno
Algunos dirán que dedicar dos días a la misma fiesta es exagerado. Pero a ellos les digo: ¿Por qué limitarse a dos? Estamos hablando de fenómenos cósmicos. ¿Has intentado alguna vez concertar una cita con extraterrestres? Funcionan con un sistema de calendario totalmente diferente. Tenemos suerte de que aceptaran sólo dos días. Piensa en ello como el equivalente terrestre del jet lag interestelar.
Además, con dos días para celebrarlo, se duplican las posibilidades de avistar un ovni. Los escépticos pueden reírse todo lo que quieran, pero cuando por fin aterrice la nave nodriza, los que lo celebremos tanto el 24 de junio como el 2 de julio seremos los que estaremos preparados con pancartas de bienvenida y galletas caseras (porque ¿quién dice que los extraterrestres no son golosos?).
Conclusión: Vigilar el cielo
¿Por qué celebramos el Día Mundial del OVNI tanto el 24 de junio como el 2 de julio? Porque el universo es un lugar muy grande y a veces se necesita más de un día para transmitir lo que se quiere decir. Es el momento de reflexionar sobre los misterios del cosmos, de compartir historias de encuentros extraños y de mantener un ojo en el cielo y el otro en tu maratón televisivo favorito de temática alienígena.
Al fin y al cabo, el Día Mundial del OVNI no trata tanto de demostrar la existencia de extraterrestres como de celebrar la curiosidad y la imaginación que nos hacen humanos. ¿Y quién sabe? Quizá un día de estos recibamos una invitación a la mayor fiesta de la galaxia. Hasta entonces, sigue observando el cielo y no olvides las galletas.
